Para que la unión se produzca correctamente es importante que ambos raíles estén bien alineados, que el molde cierre bien y que la junta se enfríe suficientemente antes de soportar carga.
Podemos distinguir los siguientes pasos en el proceso de soldadura:
- El alineamiento de los raíles;
- La utilización de un molde de cerámica alrededor de la junta y el relleno de todos los huecos y grietas con arena o pasta para evitar fugas del hierro líquido;
- El calentamiento de los raíles con sopletes hasta que estén al rojo vivo (900 °C);
- La colocación de la porción de soldadura encima de los raíles a soldar;
- La ignición de la mezcla en la porción de soldadura;
La reacción dura unos minutos. La temperatura puede superar los 2.500 °C, el hierro líquido fluye hacia la junta entre los raíles en el interior del molde; la escoria del óxido de aluminio queda flotando encima (e impide que el hierro se queme), y se recoge en unos recipientes específicos situados en los laterales;
- Una vez enfriado, se retiran el tanque de reacción y el molde;
- Se cortan las rebabas y se pule siguiendo las normas vigentes.